Antecedentes de la obra La novela “El señor Presidente” de
Miguel Ángel Asturias, está basada en hechos reales, por lo menos los estudios
al respecto así lo revelan, como también las propias declaraciones de Asturias
sobre el mismo tema.. Se trataría de una recreación del gobierno de Manuel
Estrada Cabrera, uno de los dictadores más sanguinarios de Centroamérica
(Guatemala, en este caso) y demostrador de una fría eficiencia para mantenerse
en el poder. Entre 1898 y 1920 gobernó Guatemala con mano de hierro y entregó
el país a las compañías norteamericanas del ferrocarril y del banano, manteniendo
perfectamente aislada a Guatemala por más de veinte años. “...Guatemala vivía
al margen del mundo. No teníamos radio, ni aviones. Dos o tres veces al mes los
barcos tocaban en nuestros puertos, nada más, No entraban diarios sin el
permiso del gobierno. Solo veíamos los dos diarios oficiales. Nuestro
aislamiento era completo.” Pero lo más extraordinario de esta dictadura era su
forma de mantenerse en el poder. Al contrario de otras, en ésta el gobernante
aparecía lo menos posible en público rodeándose de una aureola de misterio,
manteniendo un control total por medio de la invisibilidad. La paradoja
funcionaba en el sentido de que el gobernante se transformaba en un ser etéreo,
del cual sólo se sabía por rumores, pero que sin embargo se hacía presente con
gran ferocidad cuando el momento lo ameritaba, es decir siempre lo sabía todo,
a pesar de su aparente ausencia. “...Estrada Cabrera poseía una fuerza macabra,
casi sobrenatural. Era un personaje de contornos enigmáticos que se apoyaba en
las supersticiones populares e inspiraba una especie de terror sagrado.
Maniobraba entre las tinieblas. Era una dictadura invisible. Nadie nunca veía
al Presidente. No había más que sospechas, murmullos, rumores...” Es esta
escenografía del miedo, causado a través del poder invisible, que el autor
retrata en su obra, en forma magistral. Hubo buenas razones para ello. Asturias
fue un contemporáneo de Estrada Cabrera, su propia familia sufrió la
persecución del dictador y tuvo que retirarse a provincia para conservar la
piel. El joven Miguel Angel, años más tarde, fue un activo opositor a Estrada
Cabrera, y como representante estudiantil le tocó verlo, una vez derrotado. “Yo
era secretario del tribunal ante el que fue procesado. Lo veía casi a diario en
la cárcel. Y comprobé que, indudablemente, esos hombres tienen un poder
especial sobre la gente. Hasta tal punto de que cuando estaba preso la gente
decía ‘No. Ese no puede ser Estrada Cabrera. El verdadero...se escapó. Ese es
algún pobre viejo que han encerrado allí. En otras palabras, el mito no podía
estar preso. Acentuaba el humorismo grotesco de la situación el hecho de que
hacia el final de su gobierno Estrada Cabrera se había rodeado de hechiceros,
curanderos, adivinos y energúmenos de toda especie entregados a danzas
orgiásticas en los terrenos del Palacio Presidencial. Se había hecho parte de
su propia mitología, y fue, en cierto modo, víctima de sus propios hechizos.”
El señor Presidente fue publicada en 1946 y es la primera novela de Asturias,
formando parte de la “novelística de la dictadura” en Latinoamérica. El señor
Presidente se ha definido como una novela específicamente guatemalteca, a pesar
de que jamás se menciona el nombre del país ni el de Estrada Cabrera, pero casi
todos los personajes y lugares corresponden a la historia de Guatemala, la obra
muestra los niveles abyectos que puede alcanzar la condición humana, bajo la
distorsión valórica, o mejor dicho anti-valórica provocada por una dictadura,
en este caso centroamericana.
Alumno: Luciano Corvalan
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